Por 85 votos a favor, 3 en contra y 1 abstención, esta mañana la Cámara de diputados aprobó el proyecto (boletín 5579) que regula la venta de videojuegos excesivamente violentos a menores de 18 años y exige control parental a consolas. La propuesta debe ser aprobada ahora por el Senado, para su despacho del Congreso.
La normativa introduce mayores regulaciones a la distribución de juegos en Chile, enfocándose en el nivel de violencia que incluyen algunos de estos productos. El principal cambio es que todos los juegos vendidos en el país deberán indicar su calificación en los envases en que comercialicen dichos productos leyendas que señalen claramente el nivel de violencia contenida en el videojuego respectivo. Tal advertencia deberá ocupar, a lo menos, el 25% del espacio de ambas caras de su envase o envoltorio.
Además, los distribuidores deberán exigir que quienes quieran comprar o arrendar un juego acrediten su edad a través de la cédula de identidad. El incumplimiento del reglamento significa una multa de entre 1 y 50 UTM, monto que se duplica en caso de reincidencia dentro de un mismo año calendario.
La ley también incluye una nueva calificación para videojuegos, que será fijada por el Consejo de Calificación Cinematográfica conforme a las siguientes categorías y criterios:
1.- Videojuego especialmente recomendado para niños y adolescentes: por contener material educativo y ningún elemento inapropiado para su edad.
2.- Videojuego sin contenido objetable: que puede ser visto por personas de cualquier edad.
3.- Videojuego no recomendado para menores de 8 años: por contener un porcentaje menor de lenguaje inapropiado, insinuaciones sexuales o violencia.
4.- Videojuego no recomendado para menores de 14 años: por contener un porcentaje moderado de lenguaje inapropiado, insinuaciones sexuales o violencia.
5.- Videojuego no recomendado para menores de 18 años: por contener un porcentaje importante de lenguaje vulgar, material sexual explícito, desnudez frecuente o importantes niveles de violencia.
No será necesaria esta calificación si los fabricantes o importadores de videojuegos observan la equivalencia con los sistemas de calificación del país de origen del videojuego que hayan sido reconocidos por resolución del Consejo de Calificación Cinematográfica.
Los videojuegos sólo podrán arrendarse, cederse o de cualquier modo entregarse a personas cuya edad corresponda, a lo menos, a la de la calificación que les fue asignada.
Tras el paso por la Cámara Baja, el proyecto irá ahora a su última etapa de tramitación en el Senado.